Aunque tenemos claros los pasos que debemos seguir como equipos, como ligas profesionales y como atletas, existen muchos fundamentos que construir como industria.
Lo que significa grandes oportunidades de aprender de lo ya existente, innovar y consolidar una industria de potencial billonario.
Por: Francisco Del Valle, Director General, Zylant eSports.
Quien haya escuchado hablar de videojuegos y de eSports, sabe que son industrias en claro y sostenido crecimiento con un potencial de consumo billonario, y México no es un mercado extraño a ese fenómeno pues se coloca a la cabeza de consumo en Latinoamérica y en el doceavo lugar en el mundo, de acuerdo a Newzoo.
Sin embargo, el segmento de eSports que tendrá un valor nada despreciable de 1.3 mil millones de dólares hacia el 2024 en México, según la investigadora Statista, todavía tiene muchos retos para alcanzar niveles de profesionalización que hoy ostentan muchos países de Europa y Asia.
Tendríamos que empezar por construir un sistema de detección temprana de talentos y una serie de programas semilleros en las escuelas, así como existen estructuras definidas en deportes tradicionales como el baseball o el fútbol soccer. Por ahora, esos sistemas son virtualmente inexistentes para aquellos gamers que buscan la forma de llevar su hobbie en casa a un nivel profesional; las figuras para acercarse y tener una formación en México son realmente muy pocas.
El lugar natural a donde llevaría ese adiestramiento sería un equipo que conjugue fortalezas, que valore la suma de los participantes por encima del talento de uno y que establezca un lugar físico para entrenamientos, definición de estrategias, objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Actualmente en México, encontramos muy pocos lugares que ofrezcan programas estructurados de entrenamiento y preparación física y mental para gamers, que poniendo atención al valor que representan los eSports, sería un error creer que son atletas diferentes a los que practican deportes tradicionales porque también requieren de entrenamientos que aseguren la salud física y mental del atleta de deportes electrónicos.
Tampoco debemos olvidar que esos centros de preparación deben cumplir con una doble función: consolidar a los equipos que buscan alcanzar niveles profesionales, y cumplir las expectativas de los gamers que aunque disfrutan de competencias y torneos no tienen intenciones de hacer una carrera profesional pero sí requieren de infraestructura tecnológica, o incluso, entrenamientos de un coach profesional para mejorar sus habilidades.
La profesionalización de los eSports toma su verdadera forma en las ligas profesionales, es ahí donde la verdadera competencia ocurre. En México, hemos sido anfitriones y arena de torneos internacionales, como en el pasado play ins del campeonato mundial de League of Legends, lo cual es evidencia clara que ya estamos en el mapa y seguiremos avanzando, pero también será necesario que logremos colocar un equipo nacional en los primeros lugares para que la industria, que tiene tantas aristas, crezca a los niveles que vemos internacionalmente.
En abril del año pasado, el gigante de los procesadores Intel anunció un patrocinio de 100 millones de dólares para el Intel Extreme Masters, un torneo organizado por ESL Gaming. Estos patrocinios son posibles para ligas que puedan ofrecer una organización formal respaldada por datos confiables sobre su desempeño y audiencias.
En la medida en que los torneos se hagan más sofisticados, requerirán mayores niveles de inversión en premios, infraestructura y publicidad, lo cual refleja la importante oportunidad de negocio para inversionistas que encuentren atracción por los deportes electrónicos
Algunos datos apuntan a que el eje del negocio de los deportes electrónicos es mucho más diversificado que el de deportes tradicionales en tanto se estima que la mayor parte de los 1,383 millones de dólares en ingresos generados a nivel mundial en este sector provienen de rubros como patrocinios (60.5%) o derechos de transmisión (15%).
Otras inversiones son también tradicionales como en el levantamiento de arenas y estadios, y aunque en México todavía no contamos con un espacio que albergue a miles de fanáticos que puedan vitorear a sus equipos favoritos la oportunidad es clara cuando vemos espacios como el Esports Stadium Arlington en Texas, inaugurado en 2018 especialmente para eventos de esports con capacidad para 2,500 espectadores y 10 millones de dólares de inversión.
Pero además de estadios específicamente creados para eventos deportivos electrónicos, también se requieren lugares con infraestructura para el entrenamiento de los jugadores y para competencias menores con instalaciones que permitan un aforo de asistentes, además de los mismos equipos.
Para darnos una idea de las necesidades de centros de entrenamiento para gamers, el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Inegi registra en el país 22,850 centros de entrenamiento físico. Los centros de entrenamiento para deportes electrónicos no sobrepasan las decenas pero es claro que una vertical de negocio de entrenamiento para gamers es muy posible.
Los deportes electrónicos aún se encuentran en una etapa muy temprana de su desarrollo general, y solo el tiempo dirá cómo evoluciona y si se convierte en un deporte convencional junto con áreas más tradicionales como el béisbol, el baloncesto y el fútbol. Existe un potencial considerable en áreas como los juegos móviles y las apuestas de deportes electrónicos en vivo que podrían ayudar a impulsar los deportes electrónicos a nuevas alturas.
fotos: @elladon