Fundada en España, KiKi es la primera app que te paga por divertirte ya que puedes dar o recibir dinero por compartir experiencias. Disponible en su versión escritorio y próximamente en tiendas digitales.
A partir de una tarifa que inicia en 99 pesos, podrás salir a tomar un café, ir al cine, salir a comer o cenar y hasta hacer un viaje con otra persona.
KiKi estará disponible para su descarga gratuita en App Store y Google Play, en donde requiere un espacio libre de 15 MB para dispositivos con sistema Android 4.0.3 y versiones posteriores. Por ahora, los matchs puedes hacerlos desde la web.
¿Cómo funciona KiKi?
1.- Descarga la app o entra al sitio web; configura tu perfil con foto, correo, descripción y datos bancarios. Recuerda que KiKi solo es para mayores de 18 años.
2.- Comienza a conocer personas y chatear.
3.- Cuando sea el momento de tener un encuentro, elige el icono de preferencia (café, película, copa, comida, etc).
4 .-Confirma la cita haciendo el pago de la tarifa preestablecida y ¡listo!.
5.- Acude a tu cita y diviértete.
6.- Al terminar tu experiencia califica y deja comentarios en la app.
Una vez al mes, KiKi te hará un depósito del 70% del costo de todos los encuentros que hayas tenido durante ese periodo.
Mucha seguridad dentro de la app de KiKi
Existen diversos filtros y opciones para tener una experiencia segura y satisfactoria. De hecho, el control siempre está en los usuarios quienes eligen cuándo, dónde y con quién encontrarse.
Esta app cuenta con un “botón rojo” el cual envía una alerta a las autoridades en caso de cualquier eventualidad o emergencia, o los usuarios simplemente pueden enviar su ubicación en tiempo real a algún contacto mientras comparten una experiencia.
“Cansados de ver cómo las apps de citas muchas veces fallaban o no nos daban el match que esperábamos, decidimos crear una red social que asegurara los encuentros a través de un pago. Así, las personas tendrían una motivación extra para tomarse un café y comenzar a conocerse” comentó Manel Hernández, fundador y CEO de KiKi.
