Poco a poco la economía colaborativa es más utilizada y permite un mejor trabajo entre empresas y socios. Cada vez son más las iniciativas que nacen dentro este esquema de trabajo en nuestro país, conócelas.
La idea fundamental en la que se apoyan estos negocios es el consumo compartido de bienes y/o servicios, lo que comporta una ganancia para el que lo comparte y un ahorro para el usuario que decide utilizarlo.
Entre los pioneros de este modelo de negocio en México, encontramos a:
Ticketbis, presente en la región desde 2011, una plataforma que pone en contacto usuarios que deseen comprar una entrada para un evento sold out y usuarios que quieran vender la suya. El portal está presente en más de 30 países repartidos por los 5 continentes, lo que facilita, además del intercambio nacional, la compra de entradas para espectáculos en el extranjero.
Aventones.com, una empresa dedicada a ofrecer servicios para compartir el auto en México. La empresa busca un impacto social y ecológico y propone un modelo para la gestión eficiente de los recursos.
Ecobici, es una iniciativa de sharing economy promovida por el gobierno mexicano que permite al usuario utilizar bicicletas públicas para desplazarse de un lugar a otro de la ciudad.
Fondeadora es una plataforma mexicana de CrowdFunding que permite apoyar nuevos proyectos creativos y/o de emprendimiento. Gracias a ello, numerosos creadores han podido recaudar pequeñas sumas de dinero para seguir adelante con el desarrollo y la materialización de sus ideas.
WeDada, es una empresa que ha desarrollado dos portales basados en el consumo colaborativo: Dada Room, que pone en contacto personas que buscan compañeros de piso con otras que necesitan una habitación. Dadapet, en cambio conecta usuarios que quieran adoptar con gente que necesite encontrar un nuevo hogar a sus mascotas. Asimismo, facilita el contacto con usuario que ofrecen todo tipo de servicio para el cuidado de las mascotas.
Muchos otros negocios se enmarcan dentro de este modelo que busca la sustentabilidad y el “reciclaje” de todo tipo de bien o servicio.
El turístico es quizás uno de los sectores que más trae beneficio de estas nuevas ideas: compartir coche o bici, encontrar entradas para asistir a un evento, alquilar un piso por pocos días a un precio muy inferior a lo que proponen los hoteles, o cenar en casas de locales en vez de ir a un restaurante, permite a los viajeros reducir sus gastos o acceder a experiencias únicas, mientras que para los propietarios es una nueva manera de generar pequeños (o grandes) ingresos.
