El Vehículo para Investigar la Atención del Conductor (DAR-V, por sus siglas en inglés) busca eliminar las distracciones que se tienen cuando lo encendemos. Toyota busca mejorar la interacción con los pasajeros.
Con el fin de mantener los ojos en el camino, las manos en el volante y el cerebro atento y consciente, Toyota presenta tres iniciativas, incluyendo la creación de vehículos de investigación como el DAR-V y la creación de dos programas universitarios de investigación.
“En Toyota, el objetivo no es solamente proteger a la gente en caso de un accidente, sino también prevenir que suceda ese accidente. Aunque la industria del automóvil jamás eliminará todas las posibles distracciones al conducir, podemos desarrollar nuevas formas de mantener la atención y consciencia del conductor donde deben estar: en el camino que está frente a él”. Chuck Gulash, Director del Centro de Colaboración en Investigación sobre Seguridad de Toyota (CSRC, por sus siglas en inglés).
El DAR-V se desarrolló en colaboración con el equipo de Investigación de Microsoft para ayudar a reducir las distracciones del conductor antes de que se inserte la llave en el interruptor de encendido. Usando tecnologías de Microsoft como Kinect (sistemas interactivos integrados al diseño del vehículo que muestran información importante y altamente personalizada en la ventanilla lateral) cuando el conductor se acerca al auto.
Usando una combinación de control por gestos, voz y control remoto, se pueden consultar actualizaciones sobre el tráfico y el clima, citas y horarios del día, e incluso detalles de ruta, como la ubicación de una gasolinera si el vehículo tiene poco combustible. Con estas actualizaciones es un hecho que el conductor se concentre más al conducir desde antes de entrar al auto.
Como el sistema del DAR-V puede reconocer y diferenciar entre individuos, también puede usarse para reducir las distracciones del conductor de otras maneras. Por ejemplo, los niños podrán participar en juegos diseñados para que aprendan a abrocharse el cinturón rápidamente, aliviando el estrés de los padres para que se concentren más en el camino.
“Necesitamos empezar a pensar en el auto y el conductor como compañeros de equipo, compartiendo la meta de salvar vidas. Los mejores compañeros de equipo aprenden el uno del otro. Observan, escuchan y recuerdan. Se adaptan. Se comunican. Y ayudan cuando es necesario. Al hacerlo, con el tiempo cimentan la confianza. Juntos, los compañeros de equipo desarrollan una sensibilidad situacional común respecto a su ambiente de manejo.” Chuck Gulash.
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